sábado, 2 de abril de 2011

La Inmortalidad

*¿Qué son nuestros pensamientos? ¿Y los recuerdos?
Sabemos que una persona al cabo de unos 10 años ha renovado todas las células de su cuerpo, y por consiguiente es una renovación total a nivel atómico.
Si aplicamos un sencillo cálculo nos daremos cuenta que una persona que conste de 5 décadas a sus espaldas habrá "sufrido" varias "renovaciones" de su materia. ¿Qué pasa con el pensamiento?
El pensamiento sigue ahí. Somos varios seres a lo largo de nuestra vida, pero en cambio nuestros recuerdos siguen ahí. Eso es algo superior a la materia, algo que sigue flotando ahí.
En resumen: lo único que permanece inalterable es esa energía, y no materia, que nos hace tan especiales a los seres humanos.
Cuando alguien piensa en nosotros, nos recuerda en algún momento, se está produciendo que una pequeña parte inconsciente de nuestro ser que permanece viva en otro depósito mental.
Por todas estas razones la inmortalidad no está realmente basada en poseer un cuerpo inmarchito, sino en permancer en esa energía que son los pensamientos, aunque sea repartida en miles de cabezas ajenas a la nuestra.


*¿Cómo alcanzar entonces la ansiada inmortalidad?
Hay básicamente dos caminos para conseguir este propósito, uno más rápido y fácil, y otro más complicado y arduo.
Para ambos recorridos el factor económico juega un papel importante, ya que la instrumentación necesaria para tal fin, o la movilidad que nos permite una economía boyante, no es la misma que la de alguien que carece de estos recursos. A pesar de jugar un papel importante, no es definitorio, pueden, y se han dado, muchísimos casos en que prácticamente no ha tenido nada que ver el factor dinero en el alcance de la inmortalidad por ciertos individuos.
Hablemos pues, de ambas vías:
A) Vía rápida o "fácil": conseguir esta permanencia en los depósitos mentales de la gente mediante algún acto malévolo, a nivel personal, de grupo o estatal.
Siempre es más fácil este método, por ejemplo, siendo autor de una masacre distinguida en crueldad y número de individuos. Llámese terrorismo, acto de locura, dictador cruel...etc lo de menos es el nombre, pero lo cierto, que se puede conseguir permanecer en forma de pensamiento durante miles de años de esa forma, y por lo tanto, seguir vivo.
B) Vía compleja: conseguir la permanencia inmortal mediante algún acto destacado a nivel social, ya sea una obra "piadosa", una obra artística (musical, pintada...)...etc.
No todo el mundo está al alcance de esto, ni tiene capacidades para ello, por eso es la vía fácil. En cambio el caso anterior todo el mundo lleva implícita la maldad dentro de si, una cosa es que quieras manifestarla o no.


Como conclusión final, ¿acaso no es cierto que mientras siempre se recuerde a alguien esa persona sigue viva?, ya sea un familiar nuestro o un artista, el simple hecho de recordar implica que esa energía de la que hablabamos al principio, vuelve a fluir, aunque por distinta mente y en otra persona, pero la esencia sigue ahí, ya que como vimos, la materia es algo que no importa, algo que cambia durante nuestra vida varias veces, y no nos afecta para nada en nuestro ser real, que son los pensamientos.

1 comentario:

  1. Buena entrada Thomas Miguel! Yo siempre he defendido esta visión y hasta le he puesto un nombre a ese "algo": la huella. La huella es la suma de todo lo que proviene de una persona; no sólo los pensamientos que provoca, sino las consecuencias de sus actos, los gestos que ha contagiado a otros, y un larguísimo etc. Prácticamente todas las personas que conoce un individuo tienen de alguna u otra manera su huella, en mayor o menor medida; y un gran número de personas que no conoce también; por historias que les llegan, o por prolongación de las consecuencias de sus actos, o por que una persona contagiada le contagia un gesto a otra, etc ... Al final, la huella de una persona se difumina con la huella del resto, se difunde por un gran número de personas.

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